Después de 10 días de interminable feria, llega al fin un tiempo de descanso... Cada año está cogiendo una fama que nunca hubiera creído que llegara a tal extremo. El fin último es la fiesta, el encuentro con los amigos, comidas familiares y mucho "pesao" si te encuentras al otro lado de la barra. Este ha sido mi caso... Por suerte pude ponerme a trabajar en un arco con el nombre más castizo de todo el recinto. El Orgullo Manchego. Ahí es poco!! Pero nadie dijo que fuera fácil.. Al contrario. Cada noche cerrábamos a las 7 de la mañana y la noche se hacía en muchas ocasiones bien larga. Menos mal que he tenido una compañera excepcional. Una chica con un encanto interior poco común y con una riqueza espiritual que más quisiéramos muchos! Chelo, una morena de ojos almendrados la mar de maja, directa desde el minuto uno y sin pelos en la lengua. Os puedo asegurar que te despierta algo en tí y sobre todo ganas de llegar al trabajo para que en los huecos que teníamos, poder hablar y hablar de aquello que las dos teniamos dentro.
Sorpresas que te da la vida pero siento que Chelo es una persona que me la han puesto en mi camino, en un momento determinado de mi vida y aunque no me guste la idea, sé que la amistad con esta chica no creo que vaya a más e incluso es mejor así. Lo que sí sé es que debo darle las gracias a Dios por haberme dado la oportunidad porque sin que ella lo sepa, me ha ayudado mucho.
Gracias" Kafka"
