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lunes, 4 de julio de 2011

Es salir de España y empezar a salivar por un bocata de jamón serrano y un puñado de pipas...


¿Qué tendrá nuestro jamón que tan loco nos vuelve? ¿Y las pipas? ¿Puede haber un vicio más dependiente que las pipas?



Sí amigos, es así... Es salir al extranjero y darte cuenta que no vas a poder comer ni jamón del bueno ni pipas y ya empezamos a salivar como el perro de Pavlov. Esto lo digo porque, a pesar de que como "jamón de hembra ibérico" from Waitrose (El super del Corte Inglés a lo inglés) he de decir que ni punto de comparación con ese jamoncito de hembra de charcutería, con esas betitas y cortadito fino fino... chullicas de las buenas, de las que se deshacen en la boca... Uno de los mayores lujos y placeres del mundo. Qué se vaya por ahí el caviar iraní, leche!
¿Y las pipas? Os puedo asegurar que en España no como pero es salir y me entra la desazón del no poder tener y querer. Un suplicio. Menos mal que siempre se puede pedir a las visitas que carguen con una buena remesa y todos tan frescos. 

Cuando estás fuera te das cuenta de lo bueno y lo malo de tu país pero he de decir que en términos gastronómicos tengo que gritar un OLÉ por la despensa tan magnifica en todos los aspectos que tenemos en España. ¡Viva España!

También me gustaría hacer mención a todos aquellos que a pesar de estar en un entorno donde es bastante fácil crear con infinidad de ingredientes de todas las calidades y no lo consiguen por diversos motivos, como por ejemplo estar todavía en casa de los papis cuya mami no deja que le metan mano en la cocina, he de deciros que ánimo, que ya llegará el día en que podáis independizaros (aunque tengamos 40 años si es que Zapatero para entonces ya se ha ido) y con poco dinero poder hacer buenos platos gustosos y de calidad. No hace falta mucho dinero para comer bien. Eso también hay que tenerlo en cuenta pero también hay que decir que cuanto más azúcar, más dulce, y si tenemos la posibilidad de comprar unos buenos espárragos de Tudela, unas tiernas cocochas del norte y unas cerezas del valle del Jerte, nuestros sentidos pueden llegar al clímax culinario total .


Bueno, yo me despido por hoy y mando un saludo a todos mis españolitos de pro y  solo recordaros que valoréis cada bocado que os metáis a la boca. Comer bien es todo un lujo y un verdadero placer.

Este post está dedicado íntegramente a Jose Antonio. A mi mejor amigo y compañero de viaje.





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