Vistas de página en total

jueves, 30 de junio de 2011

Ese olor a sal y esa brisa marina....

Como podéis intuir estoy hablando de la playa. Sí, señores.Estoy contando los días para irme a la playa, a  mi Manga del Mar Menor. No había llegado el año que la echara de menos tanto como este... Será porque eso de estar en pleno verano y tener sobre tus hombros una manta no lo llego a concebir pero, ¡así es! Este país en el que me encuentro es un país lleno de contrastes y también a lo que a la meteorología se refiere... en menos de una hora puedes pasar por todas las estaciones del año y teniendo en cuenta que, el margen de tiempo que he dado es enorme ya que incluso en 10 minutos puedes tener de todo así que ya os podéis imaginar. Caminamos cual cebollas y el bolso no puede estar más lleno. Paraguas imprescindible y en su defecto chubasqueros  que aunque suene una palabra horrenda por lo que a su diseño se refiere, hay que tener en cuenta que aquí se han molestado los diseñadores y hay cada chubasquero de morirse de bonitos. Incluso bajo la lluvia una puede lucir palmito y además, hacerlo en esas condiciones es el sumun del glamour. ¡Sí señor!

Bien, al final he terminado hablando de otra cosa pero lo que quiero recalcar es que la playa tiene un encanto especial y La Manga también por que ha sido allí donde he pasado todos los veranos de mi vida y me encanta. Esa plaza bohemia con los helados Verdú, con los hippies cada noche, con Mus que ya no existe y sobre todo con mi tía. Qué recuerdos más especiales. En breve andaré por sus playas y veré desde Monte Blanco esa magnifica panorámica del Mayor. 

Empieza la cuenta atrás......



No hay comentarios:

Publicar un comentario